Son ya unos cuantos años los que llevamos viendo cómo el panorama de pop y rock psicodélico vuelve a repuntar a nivel internacional. Un revival que ya se ha visto con otros géneros musicales en la última década y que no hace sino constatar el interés de las nuevas generaciones de melómanos por los sonidos añejos. Curiosamente, es aquí en Zaragoza donde esta nueva escena de pop psicodélico ha arraigado más fuerte –con el permiso de la siempre efervescente Barcelona-, y grupos como My Expansive Awareness o One Dimensional Band son quizá los máximos exponentes del género en la actualidad. Estos últimos, de hecho, fueron los encargados de abrir la fiesta de presentación del V Zaragoza Psycho Fest que se celebrará en septiembre en nuestra ciudad. Entre los miembros de la banda, muchas caras conocidas de diferentes proyectos musicales zaragozanos, como el bajista/guitarrista Javier Callén o el teclista Israel González, que acompañando a los miembros fundacionales del combo pusieron patas arriba la Robby Robot (antigua Lata de Bombillas) en uno de los últimos conciertos que se van a celebrar en tan mítico lugar. Con un sonido lleno de texturas y largos pasajes musicales, con las guitarras y el teclado como protagonistas, One Dimensional Band dieron buena cuenta de la creciente reputación que están cosechando, pues su compacto sonido, su ritmo contundente y su actitud fueron realmente notables. Tras ellos, los gallegos Puma Pumku pusieron su grano de arena en esta presentación. Su música está coloreada con tintes de los Beatles más psicodélicos y bajo la clara influencia de los primeros discos de Pink Floyd, cuando Syd Barrett aun sostenía el peso de la banda inglesa. Guitarras llenas de reverb y efecto constante también en las voces son sus señas de identidad en cuanto a un sonido que despliegan en unas composiciones ejecutadas con una maestría que sorprende en una banda tan joven. Fogbound, también gallegos, se encargaron de cerrar la noche. Un cuarteto de reminiscencias sixties que no esconden en ningún momento su pasión por la década prodigiosa de la música pop. Aquellos años 60 son su máxima influencia, pero su abanico se abre completamente y fueron quizá los más pop de la noche. Grupos como The Kinks o Small Faces –e incluso ejemplos españoles como Los Brincos o Los Íberos- son espejos en los que el también jovencísimo grupo se mira si complejos. La psicodelia asoma, por supuesto, pero entendida de otra manera diferente que sus predecesores; su querencia en ocasiones mod atrae al oyente y les sitúa en la onda de bandas como The Jam, introduciendo también pinceladas de garage en sus canciones. Una gran noche de conciertos organizada por el sello discográfico Analog Love, un colectivo totalmente implicado en su deseo de sacar a la superficie aragonesa y estatal todo lo relacionado con la música psicodélica y este revival que, como digo, está ya presente en toda la escena internacional. Texto: Alejandro Elías / Foto: Zarzel
